lunes, 5 de marzo de 2012

La desmemoria del tripartito

Nos tienen acostumbrados en esto de los asuntos colectivos a no mirar atrás más que de cuando en cuando para realizar homenajes hueros y despolitizados. Lo vimos en Orihuela con Miguel Hernández, donde muchos parecen olvidar la dimensión social y revolucionaria de su obra. También en asuntos de estado, donde las ojeadas a la retaguardia histórica de la II República ,el Franquismo o la TRAnsICIÓN se hacen siempre descafeinadas y por pura estética, no por intención real de extraer lecciones útiles, y todo ello porque más de uno sabe que si desmenuzamos el pasado, la gente pedirá más de un cambio en el presente. Hubo incluso quien, de forma desvergonzada, llegó a afirmar que en tiempos de crisis no era momento de volver atrás a buscar culpables, sino soluciones. Claro, eso sólo lo dice quien se sabe culpable o, al menos, cómplice y sabiendo que un culpable que se libra, es un culpable que reincide. 




En estos días nos encontramos en crisis en Orihuela, donde un gobierno que tenía ya de por sí un equilibrio ideológico y electoral precario, está a pique de irse por la posta en un plazo de tiempo corto, como bien dijo la líder de la derecha moderada, Antonia Moreno. Podemos recordar o podemos no hacerlo. Podemos echar la vista atrás, a los prolegómenos de la cita electoral del pasado mayo y al lento pero inexorable surgimiento del voto útil extremo contra el PP que dejaba en claro fuera de juego a la izquierda oriolana y al resto de opciones minoritarias (abstención y voto en blanco incluidos) junto a la caza de brujas que se hizo contra todo aquello que no fuera tripartito. De tal forma que la idea estúpida y maniquea surgida fue: “o votas al tripartito o estás con el PP”. Llegando a haber malas lenguas que, en un alarde de temeridad e ignorancia y por supuesto sin apoyo empírico alguno, afirmaron que grupos como IU estaban criticando al futuro tripartito por ayudar al Pepé. Y no fue la única barbaridad que se pronunció en campaña. Y ahora que el PSOE ha contratado asesores con un dudoso criterio de afinidades políticas y no de pericia en un campo técnico; que el CLR ha hecho lo propio y que no parece estar defendiendo a la gente de a pie oriolana; ahora que Los Verdes han entrado en el juego y rara vez se oye un “esta boca es mía” del alcalde, (el cual por cierto, gusta mucho de ir a actos religiosos y donde dijo digo ahora dice “Amén”, no vaya a ser que lo confundan con un rojo desalmado) y ahora, por supuesto, que el diplomático súbdito de la perra reina de Inglaterra empieza a hacer de las suyas, nos dirán que estas cosas pasan, que se intentó y no se pudo, que menuda lástima y que el 100% de la culpa es de la inútil jauría de Lorente. Pero algunos no nos resignamos y vamos a insistir en volver la vista atrás. Podemos recordar, o podemos no hacerlo. 

Mi compañero y candidato Carlos Navarro y otros activistas, avisábamos de lo que era C.L.A.R.O., un partido que podía rezar maravillas de la costa y la defensa de los allí residentes pero que estaba controlado por gente de bien cuyo único objetivo era ampliar la dotación económica y formar un virreinato independiente, donde jugar a lo mismo que jugaba el PP en Orihuela, a saber, beneficiar empresas amigas y pagar sueldos a parientes. El hecho diferencial entre CLARO y el PP es el mismo que entre PP y PSOE a nivel estatal: es una diferencia que estriba en las formas y el talante, pero nunca en los fondos. El señor Houliston, tipo formado y ducho en la diplomacia, supo generar el discurso óptimo para no asociarse a su esencia derechista. Y lo consiguió, aun cuando muchos advertíamos que, como buena ramera política, se iría al lecho que más llenara la faltriquera. Algo parecido advertimos del CLR, un partido que de las alcantarillas viene y a las alcantarillas va. Grupo emanado de las entrañas del PP donde no hubo más razón para la escisión que las discrepancias sobre cómo cortar el pastel.. Gente sagaz que supo dar una imagen renovada y amable cual progresistas de bien, con algún que otro guiño poselectoral al 15-M por parte de su flamante líder. Guiño del que, según me consta por un buen amigo mío, no salió del todo airoso el Sr. Mancebo. Por otro lado, Els Verds y PSOE, a los cuales no les ha temblado el pulso para olvidar aquello de los presupuestos participativos, la separación iglesia- ayuntamiento o el eterno asunto de la elección de pedáneos, entre otras cosas. Y por último el PP, que lógicamente algo tendrá que ver y que habrá usado de sucias tácticas en las que son peritos. Pero no olviden que los goles no son sólo acierto de los delanteros sino también demérito de los defensas. 

Se le rompe al tripartito el castillo de naipes que había levantado con la sempiterna crítica al PP pero con la ausencia total de la autocrítica necesaria en los procesos políticos Olvidarán como siempre a los que avisaron, a quienes adujeron razones para ser escépticos ante ese “ménage à quatre” formado en el consistorio. Y así seguiremos, tropezándo una y otra vez con la piedra del olvido que tanto favorece al “que todo cambie, para que todo siga igual”. Algunos, sin embargo, seguiremos en el humilde menester de alimentar la memoria, que es, como cantaba León Gieco “arma de la vida y de la historia”. 



Karlos Bernabé 
Secretario de Organización IU Orihuela.

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