En este Primero de Mayo de 2012 nos enfrentamos al ataque más brutal y antidemocrático que hayan sufrido los derechos de trabajadores y trabajadoras en mucho tiempo. Se presentan como medidas contra la crisis lo que solamente es un redoblado intento de rapiña sobre los salarios, las conquistas de la clase obrera y los derechos sociales de la inmensa mayoría de la población. No importan las personas y su derecho al trabajo digno y estable, sino el beneficio de los bancos y las multinacionales.
Llevamos casi cinco años de agudización de la crisis y también de recortes de todo lo público, pero ni uno sólo de los países que ha aplicado esas medidas ha mejorado su situación económica y social. Ni uno sólo. Al contrario, sigue aumentando el paro, crece la deuda exterior, y estamos en una segunda ola de recesión económica.