miércoles, 7 de agosto de 2013

'Corrupción de censura' por Karlos Bernabé

Se equivocan los ingenuos (o cínicos) que conciben la corrupción como un problema “individual”, fruto de la decisión deshonesta de un sujeto político. La corrupción no es el cáncer que corroe al sistema, sino el lubricante del motor que lo alimenta. Es el precio con el que nuestra magra democracia se vende a los mercados ¿Habría sido acaso posible destrozar el litoral valenciano para gozo de constructores y empresarios si no hubiera habido un partido corrupto que sostuviera tales políticas contra sus propios ciudadanos?;¿creen que el PSOE hubiera podido gobernar Andalucía durante lustros, manteniendo esta comunidad como una de las más pobres de España y subordinada a los intereses de élites y terratenientes, sin haber tejido una red clientelar corrupta que los sostuviera en el poder?;¿cómo se explican las fructíferas relaciones que hay entre grandes partidos, ciertos sindicatos, entidades bancarias y gran capital en general si no es por la simbiosis que unos y otros tejen sobre la azotada espalda de la ciudadanía? Bárcenas tendrá cuentas en Suiza sí, pero ¿de dónde sacó el dinero?¿Por qué tantos políticos acaban prestando servicios a las grandes empresas tras retirarse? ¿Por qué el PSOE indultó a un banquero poco antes de abandonar la presidencia? De hecho, no seremos los militantes críticos de IU quienes neguemos los problemas de la organización, pues el anquilosamiento institucional de parte de la izquierda no se puede comprender sin la presencia de corruptos como Pozuelo en Redován (por fortuna ya expulsado) o Moral Santín en CajaMadrid (de donde tampoco escapa la Cruz Roja). La corrupción no es, pues, el problema de un sujeto, sino el de grandes grupos de poder que, para sobrevivir política y económicamente, necesitan corromperse. Unos más que otros, desde luego.

lunes, 5 de agosto de 2013

IU considera que la declaración de ZGAT en Orihuela Costa condena al pequeño comercio y aumenta la precariedad laboral

Izquierda Unida considera que la autorización por parte de la consellería a petición del Ayuntamiento de Orihuela de permitir a las grandes superficies de la costa abrir los festivos y domingos de todo el año perjudica gravemente al pequeño comercio de la ciudad y a los trabajadores de todos los formatos de comercio por dificultarse aún más la conciliación de su vida laboral y familiar y por precarizarse - también aún más - sus condiciones laborales.


Izquierda Unida manifesta su posición contraria a la recién declarada ZGAT en Orihuela Costa como a cualquier otra que se plantee en el municipio o el resto de la comarca. Y considera que la decisión del gobierno bipartito (PSOE – Verdes) supone un ataque desmedido al pequeño comercio de la ciudad.