domingo, 8 de mayo de 2011

La rotonda rotaria



Digan lo que digan ciertos rojos desaprensivos, vivimos en un mundo donde no es tan complicado ser rico. Uno se detiene a observar el orden social en que navegamos y se da cuenta de que lo difícil es, en todo caso, hacerse rico, no serlo. Y es que estamos en una sociedad muy sabia que goza de la gran suerte de poder justificar la desigualdad. Poco importa que nuestros móviles y ordenadores estén hechos de coltán extraídos de minas esclavistas del Congo; que para dar uso a los fosfatos del Sáhara nuestro gobierno sea aliado de dictaduras como la de Marruecos; o que para seguir alimentando nuestros coches sea preciso enviar inocentes a morir y matar a otros inocentes en Libia, Irak o Afganistán porque ,como decimos, nuestro sistema ya se ha encargado de justificar cualquier opresión si gracias a ella nos acercamos más al pack de vida occidental por excelencia, ya saben: “hipotéquese junto a su pareja por una casita con jardín y llévese de premio el perro de raza, el monovolumen y el colegio concertado para los niños con TV ultrafulhachedé, ¿cómo? ¿que no es suficiente? Bien bien, también va incluido el nuevo móvil de pantalla táctil para poder ver sus propias fotos en él antes incluso de haberlas hecho y...¿no le vale? ¡Rediós!, Pues le garantizamos cortinas y microondas táctiles y, qué diablos, papel higiénico táctil, ¡la mecánica clásica es de pobres, a partir de ahora límpiese con verdadero tacto!” . Ya conocen de qué va la historia. Esta vida occidental , si bien se basa en un expolio a otros países, la sobrellevamos psicológicamente con muy diversas argucias: desde todo un sistema moral que santifica el trabajo y concibe el logro en términos estrictamente monetarios hasta pequeñas técnicas compensatorias como las oenegés, el reciclaje o el tan simbólico como inefectivo ahorro de energía a título particular. Fíjense, si hubiera un interés real en compensar nuestros excesos de consumo no reciclaríamos más sino que produciríamos menos , ni financiaríamos más oenegés, sino que venderíamos menos armas etc.

El problema de la compensación social surge cuando la pequeña riqueza pasa a ser opulencia en toda regla y la pequeña comodidad cede ante lo suntuario. Si alguien acaba perteneciendo a esa élite social que se precia de vivir de sus grandes inversiones y de controlar junto a otra selecta minoría ingentes cantidades de riqueza, a menos que tenga una inconsciencia absoluta observa muchas contradicciones: un 20 % de pobreza en el estado español, una tasa de paro del 21 %, 300.000 familias desahuciadas, gente rebuscando en contenedores...No debe ser fácil digerir todo eso sin padecer culpa, ¡pobre gente los ricos!. Para equilibrar la balanza, ciertas élites crean instituciones como el Rotary Club, el cual se define como “una organización mundial de dirigentes profesionales y empresariales que brindan servicio humanitario y promueven elevadas normas de ética en todas las profesiones y ocupaciones”. Podemos imaginar cuáles son esas “elevadas normas éticas” que promueven dado que tan excelso club se precia de haber contado entre sus miembros más famosos con probos sujetos como: Margaret Thatcher, Hassan II de Marruecos o el mismísmo Augusto Pinochet. No pueden ser mala cosa, pues, los rotarios. Por lo visto los miembros de este club, harto aburridos de sus quehaceres profesionales intercalan actividades prosociales como luchar contra la polio, formar a jóvenes emprendedores o hacer rotondas con su actividades diarias como dar golpes de estado, provocar la polio, o destruir rotondas a bombazos. Además no sólo hacen eso y mucho más, sino que la membresía rotaria permite , según reza su propia página, “relaciones con los dirigentes cívicos y empresariales”, ¿no les parece sospechoso? ¿qué asuntos tratarán en esas relaciones?. Si tanto les preocupa a los rotarios españoles el bienestar deberían plantearse el luchar activamente contra el sistema de impuestos alentado por el PP y PSOE que permite a las élites pagar cada vez menos; si les quita el sueño la falta de dinero de la gente trabajadora, podrían oponerse a los privilegios bancarios, las SICAV o los paraísos fiscales. Pero claro, una cosa es dar limosna y otra luchar para que no haya pobres.

A los rotarios de Orihuela (o de donde sea) les preocupaba sobremanera que los vecinos de de la calle Luís Barcala no tuvieran una rotonda acorde a la nueva obra realizada en sus aceras. Así que tan noble gente nos ha regalado un mamotreto con su símbolo, al cual que se le puede dar la vuelta en el coche , lentamente, contemplando así su grandeza espiritual. Horrible escultura que, nos permitimos recordar, el pueblo no les ha pedido y ellos no han ofrecido, ha sido impuesta, como tantas otras cosas. No obstante, lo más preocupante de tan nefando regalo de los rotarios, es que pone de relieve el modelo de lo público que respaldan los grandes partidos. La calle , otrora patrimonio de los pueblos, pasa a ser un objeto subastado al mejor postor, y resulta que algunos hemos de ver bajo nuestras casas un símbolo asociado al tipo de criminales que provocaron esta crisis y mantienen tanta gente parada. Y todo ello por una ausencia total de democracia en temas básicos. Desde IU venimos proponiendo como objetivo irrenunciable el uso de los referéndums locales cada cierto tiempo para que la gente decida ,o ratifique, aspectos importantes de su pueblo como, entre otras cosas, los nombres de las calles o los salarios de los gobernantes. Quizás así no tendríamos placas que homenajean a asesinos franquistas ni tampoco concejales que, además de homenajear tácitamente a los mismos asesinos, se embolsan suculentos beneficios. Así pues, un orden en que los hechos consumados priman sobre la voluntad de la gente o donde el poder del dinero es mayor al poder popular no es democrático más que en el nombre. Como nada de democrático es que los miembros del dudoso Rotary puedan seguir haciendo negocios a sus anchas y con todos sus privilegios mientras se revela la injusticia de las leyes que les amparan. Y si, por casualidad, entre tales negocios se encontrase en el futuro un posible parking para la zona afectada por las obras en las que está situada su rotonda, les recomiendo vayan olvidándolo, evítense un problema. Lo dicho, si tanto les preocupa la falta de recursos de los pueblos, les aconsejo analicen los cauces de su riqueza.

Hemos pues, de recordarle a este grupo de elitistas que algunos aún luchamos para que nuestras calles no estén en venta, que el poder del dinero no les da el reconocimiento social que tanto parecen suplicar y que si de veras sufren por sus conciudadanos pueden hacer dos cosas, o luchar contra sus propios privilegios (para lo cuál hace falta una entereza que no abunda en esa gente) o bien coger un avión con todos sus lujos fútiles y marcharse a su paraíso fiscal preferido, por lo menos serían más coherentes, quizás así nuestras calles pierdan ese hedor a ostentación. Decía el arzobispo latinoamericano Dom Helder Camara que cuando daba de comer a los pobres le llamaban santo, pero que cuando se cuestionaba por qué había tantos pobres le llamaban comunista. Estos rotarios que hoy pretenden darnos de limosna “decorando” nuestra vía pública desde luego no tienen nada de comunistas, pero , por mucho que lo pretendan, tampoco de santos.


Carlos Bernabé Martínez (Militante de IU Orihuela)

8 comentarios:

  1. Gran artículo Carlos! ..."Decía el arzobispo latinoamericano Dom Helder Camara que cuando daba de comer a los pobres le llamaban santo, pero que cuando se cuestionaba por qué había tantos pobres le llamaban comunista." Que razón. Ánimo!

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  2. Felicidades Karlos, muy clarificador y muy bien escrito :)

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  3. Congratulation Charlie! Tan elocuente y vivaz como siempre.

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  4. Y lo dice uno que seguro que no tiene móvil, ni ordenador, ni microondas, ni perro de raza (un carlino, creo), ni televisión de plasma, ni en poco años una hipoteca y coche. Y si, gracias a los niños chinos explotados, los congoleños, los irakies, los saharauis, los afganos, y los soldados españoles... Cuánta hipocresía.

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  5. Tres cosas a ese último comentario.
    En primer lugar gracias por opinar como yo y concederem la razón ya que, si los únicos argumentos en contra del texto son referentes a lo que haga o deje de hacer el que lo firma se entiende que careces de ideas respecto a la veracidad o no de los argumentos, sólo puedes poner en duda al argumentador, lo cual es, por si te interesa, una falacia Ad Hominem. Es decir, que desde el punto de vista lógico caes.

    En segundo lugar, sí, obviamente tengo resabios y costumbres de vida esencialmente capitalistas, cosa nada extraña si nos paramos a observar el nada trivial hecho de que he crecido, como tú y como toda la gente de mi enterno, en una sociedad capitalista. Para que lo entiendas, cada sujeto recibe una socialización desde su más tierna infancia, socialización que no es elegida y que configura mucho la identidad y hábitos de la persona. Así, yo he adquirido formas y hábitos occidentales, además de que muchos de ellos los necesito para cosas tan absurdas como relacionarme, estudiar etc etc. Pero no veo en ello razón para no poder criticarlos, por esa regla de tres un niño católico con crucifijos en su casa y obligado (de una u otra forma) a ir a misa no podría criticar la refligión....

    Por último, ya que das información personal desde la ignorancia, obviamente YO como sujeto no poseo nada de lo que mencionas (de hecho los perros no se poseen, se viven...) ni siquiera he tomado papel en la decisin de adquirir las cosas qué mencionas, pero bueno, decía que , ya que tu respuesta es de tipo personal y un servidor no se oculta como un cobarde tras el anonimato de la red, qué menos que tener un mínimo de caballerosidad y mostrar la identidad...


    Salud, compañero (o compañera)


    Karlos Bernabé

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  6. Qué claro se lo has dejado al compañero/a, Carlos. Nos vemos en la asamblea!

    P.d.: Muy bien escrito (y sin faltas de ortografía ;)

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  7. No me parece apropiado que has utilizado para responder a un comentario que ni siquiera llega a ser crítica, solo porque pone de relieve la evidente falta de congruencia de tu discurso.
    No obstante,si usas ese tono nos legítimas a los demás para utilizarlo también contigo, que es lo que voy a hacer yo.
    Necesitas un móvil o un plasma para estudiar?? Esa es tu escusa para aprovecharte de aquello que críticas?
    Vives en uno de los países en los que mejor de vive del mundo, de hecho has publicado un "articulo" desde tu ordenador personal en tu casa, mientras al parecer estudias una carrera de forma gratuita y militar en un partido antisistema. Nadie te encerrará por eso, precisamente (y afortunadamente para ti) porque vives en una nación liberal y capitalista.
    En esa nación en la que vives la gente muere por venir precisamente para buscar lo que tu críticas, que es modernidad y democracia. También mueren muchos en patera intentando llegar a Florida y no precisamente huyendo del capitalismo.
    Así que, no vengas a darnos lecciones de quien es bueno y quien es malo, o quien ayuda bien o quien ayuda mal apoltronado con un móvil pegado a la oreja, un ordenador con Internet libre para que veas porno y critiques al sistema que te está procurando un futuro de forma gratuita. Si te parece mal que tengamos móviles, llamas del fijo, si te parecen mal los palmas, no veas la tele y si te parecen mal los coches viaja en burro, que es más ecológico, pero no quieras imponernos tu basura ideológica desde tu hipocresía.

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