Hace unos meses finalicé la visión de una de las mejores series de T.V. de la historia de la pequeña pantalla. Dicha serie no es otra que la inconmensurable “The Wire (Bajo Escucha)”, cuya historia se basa en la ciudad de Baltimore, estado de Maryland (USA).
Los días y los meses han ido pasando y las similitudes que he ido apreciando entre Baltimore y Orihuela son numerosas. Por casualidades del calendario nos encontramos ahora sumidos en el proceso de campaña electoral de elección de alcalde y presidente de la comunidad, e irremediablemente el paralelismo entre Orihuela y Baltimore es total, parecen dos copias, de tal forma que no se distinguir Orihuela de Baltimore.
Ustedes se preguntarán porque me sucede esto, y eso es lo que pretendo explicarles a continuación:
Las tres últimas temporadas de la serie se centra en la lucha de sus políticos (Demócratas y Republicanos, lo que en España sería PP y PSOE), las luchas por el poder y el liderazgo social, a través de la corrupción y especulación inmobiliaria. Vemos como el sistema político está mas preocupado en sus luchas internas, en como desviar el dinero de fondos públicos y benéficos a sus bolsillos, dejando desatendida la educación básica, generando fracaso escolar, y por tanto violencia y delincuencia. Sus políticos locales y estatales otorgan más prioridad a la reurbanización de la ciudad para especular con el ladrillo, el dinero sucio y la construcción de obras faraónicas sin sentido para el “embellecimiento” de la ciudad, que realizar inversión en programas socioeducativos para atender la desigualdad de las clases sociales. Asimismo se observa como los altos ejecutivos de los medios de comunicación de la ciudad se dedican a investigar temas banales para enviar globos sonda a la sociedad y no investigar verdaderamente la corrupción que se respira en el fondo del Ayuntamiento, al igual que cada uno de los políticos hace una utilización partidista de los medios de comunicación más afines a sus figuras.
Una vez desgranado el argumento de las últimas temporadas, comprenderán mi asombro ante la semejanza del mundo político corrupto y deleznable de Baltimore con el de Orihuela. Ahora bien, si ustedes tienen el placer y el gusto de visionar dicha serie de T.V., deberán ser los encargados de ponerles caras oriolanas o alicantinas a los políticos de la serie como: al senador “Clay” Davis, al exalcalde Clarence Royce y al nuevo alcalde Thomas Carcetti, así como a los numerosos concejales, asesores parásitos y corruptos del ayuntamiento de Baltimore.
Y ¿qué pasa con las dos primeras temporadas?, dirán ustedes. Pues estas también tienen su paralelismo con nuestra ciudad, gracias a la gestión política que se ha realizado en los últimos veinte años. Las dos primeras temporadas versa sobre la lucha de la policía con los delincuentes del distrito Oeste (que han ido obteniendo poder sin que el Ayuntamiento haya hecho nada para detenerlos), vemos la lucha de la policía contra: Avon Barksdale, 'Stringer' Bell, "El Griego"… cuyo dinero sucio es blanqueado en cuentas de paraísos fiscales para luego comprar los favores de los políticos y de buenos abogados. Estos personajes que les acabo de mencionar, ¿no podríamos ponerle nombres y apellidos de ciudadanos de nuestro municipio, de la Vega baja o de la Provincia de Alicante imputados en los numerosos casos que están siendo investigados por los juzgados y Policía Nacional?.
Ustedes son los que tienen el voto. La posibilidad de que haya un cambio en la gestión de la ciudad es suya. Tratemos que Orihuela no siga siendo Baltimore, y saquemos a los políticos y empresarios corruptos de nuestra vida política diaria.
Los días y los meses han ido pasando y las similitudes que he ido apreciando entre Baltimore y Orihuela son numerosas. Por casualidades del calendario nos encontramos ahora sumidos en el proceso de campaña electoral de elección de alcalde y presidente de la comunidad, e irremediablemente el paralelismo entre Orihuela y Baltimore es total, parecen dos copias, de tal forma que no se distinguir Orihuela de Baltimore.
Ustedes se preguntarán porque me sucede esto, y eso es lo que pretendo explicarles a continuación:
Las tres últimas temporadas de la serie se centra en la lucha de sus políticos (Demócratas y Republicanos, lo que en España sería PP y PSOE), las luchas por el poder y el liderazgo social, a través de la corrupción y especulación inmobiliaria. Vemos como el sistema político está mas preocupado en sus luchas internas, en como desviar el dinero de fondos públicos y benéficos a sus bolsillos, dejando desatendida la educación básica, generando fracaso escolar, y por tanto violencia y delincuencia. Sus políticos locales y estatales otorgan más prioridad a la reurbanización de la ciudad para especular con el ladrillo, el dinero sucio y la construcción de obras faraónicas sin sentido para el “embellecimiento” de la ciudad, que realizar inversión en programas socioeducativos para atender la desigualdad de las clases sociales. Asimismo se observa como los altos ejecutivos de los medios de comunicación de la ciudad se dedican a investigar temas banales para enviar globos sonda a la sociedad y no investigar verdaderamente la corrupción que se respira en el fondo del Ayuntamiento, al igual que cada uno de los políticos hace una utilización partidista de los medios de comunicación más afines a sus figuras.
Una vez desgranado el argumento de las últimas temporadas, comprenderán mi asombro ante la semejanza del mundo político corrupto y deleznable de Baltimore con el de Orihuela. Ahora bien, si ustedes tienen el placer y el gusto de visionar dicha serie de T.V., deberán ser los encargados de ponerles caras oriolanas o alicantinas a los políticos de la serie como: al senador “Clay” Davis, al exalcalde Clarence Royce y al nuevo alcalde Thomas Carcetti, así como a los numerosos concejales, asesores parásitos y corruptos del ayuntamiento de Baltimore.
Y ¿qué pasa con las dos primeras temporadas?, dirán ustedes. Pues estas también tienen su paralelismo con nuestra ciudad, gracias a la gestión política que se ha realizado en los últimos veinte años. Las dos primeras temporadas versa sobre la lucha de la policía con los delincuentes del distrito Oeste (que han ido obteniendo poder sin que el Ayuntamiento haya hecho nada para detenerlos), vemos la lucha de la policía contra: Avon Barksdale, 'Stringer' Bell, "El Griego"… cuyo dinero sucio es blanqueado en cuentas de paraísos fiscales para luego comprar los favores de los políticos y de buenos abogados. Estos personajes que les acabo de mencionar, ¿no podríamos ponerle nombres y apellidos de ciudadanos de nuestro municipio, de la Vega baja o de la Provincia de Alicante imputados en los numerosos casos que están siendo investigados por los juzgados y Policía Nacional?.
Ustedes son los que tienen el voto. La posibilidad de que haya un cambio en la gestión de la ciudad es suya. Tratemos que Orihuela no siga siendo Baltimore, y saquemos a los políticos y empresarios corruptos de nuestra vida política diaria.
Luis García
Buena metáfora Luís y buen artículo. El capitalismo neoliberal aúna las tierras que el océano separa, en vicios, no tanto en beneficios...
ResponderEliminarEsto... he visto The Wire... muy buena. Como consecuencia comencé a interesarme por todo lo relacionado con aquella ciudad. Leo diarios de la zona (Baltimore Sun, Baltimore Report e incluso sigo el Twitter oficial de la policia de Baltimore), y la situación de una ciudad de 600.000 habitantes que es la 7ª con mayor indice de muertes por año en Estados Unidos con Orihuela... perdona que diga pero es descojonante refiriéndome al tema seguridad.
ResponderEliminarEl tema político... en The Wire, Carcetti cae en errores por culpa de una deuda del anterior alcalde que deja la educación muerta en la ciudad. ¿Cómo superariais la deuda que deja el PP en Orihuela? ¿El dinero crece en las flores para solucionar problemas, como pudiera ser un supuesto bufo en educación? Además, su orgullo con el gobernador en Annapolis... (pero bueno, esto es España, y si hay que pedir nos bajamos los pantalones antes que Carcetti). Además, aun intentando luchar contra la corrupción (como hace Carcetti en un principio), ¿que se haría con Clay Davis (Fenoll en Orihuela)? El poder que tiene ese tío en la ciudad es inmenso... No quiero decir que no se pueda hacer nada. Digo que gente como Davis siempre tiene amistades, y son quienes realmente manejan la situación. No son alcaldes, los que realmente manejan el negocio están siempre detrás (como Marlo Stanfield).
Y luego, vuelvo con la seguridad... me provoca una sonrisa pensar en comparar Orihuela, una ciudad con sus delitos callejeros (que no digo que no los haya), con Baltimore, una ciudad en Abril del 2011 registró 26 asesinatos (y estos son los que se conocen, porque las estadísticas son las estadísticas). Y no digan que Baltimore tiene 600.000 habitantes y por eso es incomparable.
En fin, que me alegro de ver asuntos cinematográficos extrapolados a la política. Y más si se trata de buenas producciones.
Espero que no siente mal mi comentario, es solo mi modo de pensar.
Un saludo, y suerte en las elecciones.
Menos mal que no tenemos delitos de sangre, pero la verdad compañero, es que llevamos muchos años en que la Provincia de Alicante, es una de las provincias españolas en las que mas delitos se cometen (siempre entre las 4 primeras).
ResponderEliminarComo bien dices, parece ser que la seguridad ciudadana en Orihuela es buena, pero por mi trabajo le digo que no, que en Orihuela se tapan mucho las estadísticas de los delitos que se cometen, robo, menudeo, hurtos, destrozo contra bienes inmuebles... y otros delitos que surgen en los barrios que todo conocemos y que no se saben y ni se sacan de cara a la ciudadanía. Y si nos vamos a Orihuela costa con temas de hurtos y robos en casas, las listas de denuncias pueden ser tremendas.
Si que es cierto que en un primer momento, Carcetti, intenta hacer algo para acabar por la corrupción, pero al final se deja llevar por el sistema, creo que al respecto podríamos traer a colación algunas de las propuestas del movimiento 15M.
Está claro que el dinero no crece en los árboles, pero hay muchas formas de recaudarlo, y lo primero de todo es (te lo digo porque hace cosa de 2 años me compré una vivienda), es que los constructores no han pagado impuestos en las zonas donde han construido (es que ahora mismo no me acuerdo como se llama) y estamos hablando por ejemplo, que en mi edificio sólo se ha dejado de recaudar sobre el millón de euros, y como este edificio, muchos mas, ¿Ojo!, impuesto que según el Notario recae en el constructor y que como me dijo es algo que se ha dejado de pagar porque si, pero que se debe recaudar.
Bueno compañero, no tomes esto como una reacción negativa al comentario que has realizado sobre mi artículo, sino como un modelo de seguir la conversación, aunque para esta conversación da para muchos cafés, y para otros muchos post.
En un honor para mi que hayas leido el artículo, que te haya interesado y que sobre todo, te has tomado el tiempo de responderme y poder crear una conversación.
Muchs gracias y un saludo.