martes, 16 de noviembre de 2010

Miguel mi maltratado y utilizado paisano.


Hace 100 años que en una madrugada en la calle de San Juan, justo cuando las campanas del monasterio anunciaban las 6 de la mañana, nació Miguel Hernández. El poeta del Pueblo, y cuando digo Pueblo lo digo con todas sus connotaciones. Porque Miguel era precisamente eso, una persona del pueblo. Un poeta imprescindible, irrepetible -en esta Orihuela de hoy tanto como en la de hace 100 años-, un poeta insustituible.

Pero además, casualidades de la vida, a Miguel le tocó vivir en una época muy difícil de nuestra Historia, seguramente la que más. Y fue entonces cuando demostró su categoría humana, su compromiso social y sobretodo su compromiso político. Y Miguel como no podía ser de otra manera, tomó partido, y se afilió al Partido. Al Partido Comunista de España, el PCE. Y en sus filas combatió contra el fascismo, por la causa más justa de todas, la Libertad.

Se pongan como se pongan los torticeros, manipuladores y arribistas que a día de hoy pretenden aprovecharse y utilizar la figura de Miguel en su propio beneficio, el poeta del pueblo no sería el mismo, no hubiera escrito lo mismo, no sería el que hoy algunos conocemos, sin esa militancia política. Y fue por esa integridad, esa coherencia, por su compromiso por lo que fue condenado a muerte, y a pesar de que la pena le fue conmutada, murió en las cárceles franquistas, en las cárceles de la represión.


Porque MIGUEL HERNÁNDEZ es único e indivisible. Y por mucho que les pese a aquellos que se llenan la boca hablando de Miguel, -los cuales me atrevo a decir que ni siquiera han leído no ya un libro, sino un poema suyo, y si lo han hecho no lo han entendido-, fue comunista y republicano. Y no, no estaba equivocado, ni fue un error de juventud. Fue un ejemplo de dignidad, de compromiso, de generosidad, de justicia, y de sencillez. Por eso, me atrevo a afirmar que Miguel, estaría en contra de este centenario institucional. Un centenario de actos sesgados; un centenario organizado por aquellos que ven a Miguel tan solo como otra posibilidad más de llenar sus bolsillos y hacer negocio; un centenario donde se ha dado cabida a fascistas, a oportunistas, a vividores,.... un centenario donde no se ha contado con el pueblo.

El verdadero homenaje que se le puede hacer a un poeta como Miguel Hernández es difundir su obra, darla a conocer. No podemos ni debemos permanecer callados, mientras se desvirtúa la figura de Miguel, mientras lo utilizan. A la vez que es ignorado por los planes de estudio, a la vez que apenas se estudia de pasada en las aulas de secundaria. No podemos permitir que su figura, su obra, su memoria, sus ideas y su ejemplo se pierdan. Que “su rayo no cese” será el verdadero homenaje que le podemos hacer a Miguel, porque de esa manera seguirá vivo, de esa manera seguirá siendo Viento del Pueblo.

Carlos Andrés Navarro Selma.
Militante IU Orihuela.

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