Izquierda Unida en el debate de los presupuestos a través de la Diputada Esther López ha exigido al gobierno de la Generalitat que establezca los sistemas necesarios para pagar las deudas pendientes arrastradas desde 2010 en nuevas tecnologías y plan renove en maquinaria agraria, en la lucha contra el virus de la sharka y en la reconversión de cítricos, y por los daños del granizo ocasionados en la Vega Baja. En total el Consell debe a los agricultores la cantidad desbordante de casi 22 millones de euros y es urgente que esta deuda se abone.
El sector agrario necesita del apoyo de las administraciones públicas para conseguir una reactivación de esta actividad vital para nuestra economía. A los productores agrarios, además de la crisis de precios, de la falta de transparencia en la formación de precios, del poder de la gran distribución comercial, la falta de relevo generacional, etc., se le suma el dinero que la administración valenciana les debe a consecuencia de ayudas y subvenciones de las que son beneficiarios.
La elevada deuda del Consell con agrricultores y ganaderos está provocando una pérdida de liquidez que los está haciendo menos competitivos, puesto que no pueden invertir en sus explotaciones y, además, la falta de financiación por parte de las entidades financieras, está provocando el abandono de muchas explotaciones al no ser rentables.
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