IU exige que el nuevo PGOU surja desde sus inicios de un proceso de participación ciudadana de acuerdo con lo establecido en el “Convenio de Aarhus”

Ante las informaciones publicadas en prensa sobre la reunión de la alcaldesa con el equipo de redacción del nuevo PGOU, desde Izquierda Unida queremos manifestar los siguientes aspectos:

Consideramos un despropósito el anuncio Mónica Lorente referido a flexibilizar la protección de más de 200 edificios del casco histórico, ya que la alcaldesa, con el eufemismo de la "flexibilización" en realidad se está refiriendo a la desprotección parcial de esos edificios. Lo que sin duda supondría una pérdida brutal del Patrimonio oriolano, que en nuestra opinión debería ser recuperado y potenciado como base de nuestro turismo cultural.

En cuanto a la defensa de los espacios protegidos, consideramos que la credibilidad de la alcaldesa y del Partido Popular es nula es este aspecto cuando han promovido y siguen promoviendo actuaciones urbanísticas de gran impacto ambiental en zonas como la Sierra de Escalona y la Dehesa de Campoamor (PAU 21 y PAU 5) o en el último tramo de costa que quedaba sin urbanizar de Orihuela, en Cala Mosca.

Por otro lado, consideramos necesario plantear que las pedanías puedan tener un crecimiento urbanístico razonable y contenido de carácter compacto ligado a las demandas de la su población, en torno a sus núcleos tradicionales. Pero tememos que bajo ese argumento en realidad se escondan grandes planes urbanísticos que engullirán a esos núcleos tradicionales en un modelo de urbanismo disperso que tiene efectos muy negativos desde el punto de vista ambiental, económico y social.

El plan estratégico industrial es una necesidad evidente desde hace años para diversificar la economía local que el PP nunca ha considerado prioritaria al haber apostado únicamente por el monocultivo del ladrillo especulativo, una apuesta ruinosa que ha llevado a muchas personas al paro que podrían tener ahora un trabajo en un tejido industrial que el PP no ha tenido interés en desarrollar durante los años del boom inmobiliario. Por otro lado lamentamos la ausencia de referencias a la actividad agrícola, una actividad productiva que debe ser potenciada a través del nuevo PGOU mediante la protección de la huerta tradicional.

Para finalizar queremos expresar nuestra exigencia de que el PGOU surja desde sus inicios de un proceso de participación ciudadana de acuerdo a lo establecido en el convenio de Aarhus, es decir, que los ciudadanos puedan plantear propuestas desde el inicio, antes de que se haya definido un determinado modelo de ocupación del territorio, de modo que todas las alternativas puedan ser debatidas y analizadas.